Las organizaciones de pueblos indígenas, así como los movimientos sociales en América Latina, son amplios y diversos. Las organizaciones indígenas no son homogéneas y no se pueden relacionar ni pensar desde una mirada única, puesto que aparecen bajo una variedad de contextos y suceden en regímenes democráticos o autoritarios y en estados federales o centralizados.
Desde los periodos coloniales y postcolonials, los pueblos indígenas se encuentran inmersos en sistemas políticos ajenos y externos, definidos por los respectivos estados. En estos contextos, se siguen produciendo varias maneras de opresión, marginación y exclusión que permiten la apropiación de sus tierras ancestrales, la extracción de sus recursos naturales y la degradación del medio ambiente.